ceración es un proceso químico, una práctica común en la alquimia y uno de los doce procesos alquímicos básicos, que son la base de los procesos químicos modernos.
La ceración se realiza añadiendo líquido a una substancia de manera continua mientras esta se calienta (ver calcinación) El resultado obtenido de este proceso, normalmente, suele ser una sustancia más suave, dándole una apariencia cerosa.
ciclo del mercurio es un ciclo bioquímico que involucra al mercurio, el único metal que se encuentra en estado líquido a temperatura ambiental. El mercurio es un metal volátil que se evapora fácilmente llegando a la atmósfera.
Procesos del mercurio[editar]
La mayor parte del mercurio natural se encuentra como cinabrio (HgS). En este compuesto, el mercurio (Hg+2) está unido fuertemente al sulfuro, liberándose lentamente hacia el ambiente. También existen trazas de mercurio en el carbón, liberándose a la atmósfera al ser utilizado como combustible. Los volcanes e incendios forestales también constituyen otra fuente de mercurio.
Las fábricas de cloro, entre otras fuentes, también liberan mercurio hacia la atmósfera. Este mercurio es depositado de vuelta en la tierra y el agua. El mercurio inorgánico puede ser convertido por algunas bacterias en el catión organometálico conocido como metilmercurio (MeHg+), acumulándose en los peces.
Contaminación ambiental por mercurio[editar]
Las emisiones de mercurio (Hg) a la atmósfera se distribuyen globalmente y contaminan todos los ecosistemas.2 La contaminanción por mercurio se ha incrementado globalmente a partir de actividades humanas y se ha convertido en una preocupación importante en el Ártico. 3 El Hg procede de actividades humanas (combustión del carbón, minería directa de Hg, plata y oro) y actividades naturales (vulcanismo, por ejemplo). Las emisiones producen mayoritariamente Hg0, con menor cantidad de Hg2+. El Hg depositado puede ser re-emitido a la atmósfera mediante su intercambio entre el océano y el aire o la combustión de biomasa.45
El ciclo del mercurio y la contaminación ambiental puede ilustrarse con el mercurio almacenado en el hielo del monte Logan (5340 m sobre el nivel del mar; Yukon, Canadá), que desde el año 1400 hasta 1998 ha sido medido con precisión.1 La mayoría de la acumulación de mercurio de origen antropogénico durante 600 años se produjo en el Monte Logan durante el siglo XX y especialmente entre 1940 y 1975. El aumento de Hg entre 1993 y 1998 (final del muestreo) puede reflejar el aumento de emisiones a la atmósfera por la combustión de carbón en Asia y la minería a pequeña escala de los países en desarrollo, que se ha estimado que continua hasta la actualidad.67 La recolecta y estudio de nuevas muestras de hielo es urgente debido a la desaparición acelerada de los glaciares.8
Existe riesgo de aumento de la concentración de mercurio en el Ártico debido al cambio climático. El Permafrost es un almacén importante del mercurio depositado durante los últimos siglos. 9 10
Biomagnificación ambiental del mercurio[editar]
Los peces y bivalvos concentran mercurio en sus organismos, a menudo como metilmercurio, un compuesto orgánico del mercurio que es sumamente tóxico. Las investigaciones realizadas han permitido determinar que los productos marinos pueden contener concentraciones diversas de metales pesados, particularmente mercurio y contaminantes solubles en grasas provenientes de la contaminación del agua. Las especies de peces que son longevas y que ocupan un sitial elevado en la cadena alimentaria contienen concentraciones de mercurio más elevadas que otras especies. La presencia de mercurio en los peces puede tener repercusiones sobre la salud de los seres humanos, especialmente de aquellas mujeres que están embarazadas o que pueden quedar embarazadas, madres que están dando el pecho, y bebés (véase envenenamiento por mercurio).
La presencia de mercurio en el ambiente tiene su origen por un lado en las erupciones volcánicas y los pozos geotérmicos como fuentes de emisión naturales, mientras que la presencia de mercurio en el ambiente por causas antropogénicas involucra la quema de combustibles fósiles, la producción de cloro, las actividades mineras, la producción de cloruro de polivinilo, acetaldehído y explosivos, la producción e incorrecta disposición de productos que contienen mercurio tales como termómetros, amalgamas dentales, pilas y lámparas fluorescentes.
Desde el punto de vista toxicológico, el mayor riesgo involucra la llegada del mercurio al agua; esto ocurre cuando efluentes conteniendo mercurio se descargan directamente a cuerpos de agua, cuando por medio de la lluvia el mercurio presente en la atmósfera es acarreado a la superficie terrestre o acuática o cuando productos que contienen mercurio son depositados de forma inadecuada y por medio de la infiltración llegan a cuerpos de agua subterráneos; así como cuando ocurren derrames de mercurio líquido.
Al encontrarse en un medio acuático, por acción de ciertos microorganismos, el mercurio forma compuestos orgánicos (como el metilmercurio o el fenilmercurio, también utilizados en la industria y agricultura). El mercurio orgánico es fácilmente asimilable en los seres vivos, ingresando a la cadena trófica y llegando al ser humano debido a la ingestión de alimentos contaminados (sobre todo pescado).
La gravedad de los daños que puede ocasionar a la población se ilustra por los episodios de intoxicación ocurridos en Minamata y Niigata, Japón, en 1956 y en 1965 respectivamente, como resultado de la ingestión de pescado conteniendo metil-mercurio procedente de las aguas contaminadas con descargas de plantas fabricantes de acetaldehído que involucraron a 2255 personas en el primer caso y a 700 en el segundo. Estos sucesos pusieron de relieve las transformaciones que sufre el mercurio en el ambiente, ya que se vertió al agua como mercurio metálico y fue biotransformado a metil-mercurio, además de que fue bioacumulado a través de la cadena alimenticia.
También ocurren efectos tóxicos por inhalación de vapor de mercurio, el cual daña especialmente el sistema nervioso. Las exposiciones leves están caracterizadas por pérdida de la memoria, temblores, inestabilidad emocional (angustia e irritabilidad), insomnio e inapetencia. A exposiciones moderadas, se observan desórdenes mentales más importantes y perturbaciones motoras, así como afecciones renales. Las exposiciones breves a altos niveles de vapor de mercurio pueden producir daños pulmonares y la muerte.
Hace unas décadas, las lámparas fluorescentes contenían de 50-100 mg de mercurio, por lo que la ruptura de una lámpara con ese contenido de mercurio puede dar como resultado una concentración local de vapor de mercurio superior a los 7 mg/m3.
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